Como ya he dicho antes, soy una escritora frustrada. Escritora de fantasía, para ser sincera. Desde hace ya varios años que he creado a los personajes, moldeando sus personalidades. Haciéndolos más creíbles, gente con la que en verdad te toparías en la vida real. Le tengo demasiado cariño a esos personajes.
Sin embargo, como ya he notado, soy mejor creando personajes que historias, así que nunca había hecho la historia.
Las veces que he intentado comenzando, lo he dejado. Pero ahora siento que mis personajes se merecen una historia, asi que me senté y busqué armarles una historia. Hace mucho tiempo leí que la mejor manera de crear una historia es comenzar desde el final, y eso fue lo que hice. Tomé el final que llevaba pensando hace algun tiempo a cachos y lo uní, dándole lógica. El final estaba bien, y tal, así que pensé Oh, bueno, ahora el storyline, pero entonces.... nada.
No es que haya tenido un bloqueo. Es que pensé ¿Que pasará si lo acabo? Estos personajes me han rondado en la cabeza bastante tiempo. ¿En verdad lo quiero acabar?. Me sentía un poco sentimental al respecto.
Me quedé bloqueada largo rato, hasta que decidí contárselo a un amigo. Él, tan cabrón que es, me dijo que era una estupidez y que no debo tener miedo a acabarlo. Es más, incluso me hizo prometerle que le mandaría una copia cuando lo acabe, que, aunque la fantasía no sea lo suyo, lo leerá.
Eso me puso muy feliz. Y comprendí una cosa al leer plasmadas mis inquietudes en el chat, y es que, aunque la historia acabe, de todas formas la estaré cambiando una y otra vez.
Tambien pensé, y recordé lo mucho que me gusta leer lo que escribo, por muy egolatra que se escuche. No sé si me gusta como lectora o escritora, pero disfruto leyéndome.
No, en definitiva, mis personajes no se irán.
-Y con esta cursilería, y con Attack de SOAD en mi reproductor, me despido
~Luca.
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